Maldita sea, yo también quiero hacerlo
Una hermosa morena le ha echado el ojo a un tipo durante mucho tiempo. Para entretenerlo, se vistió como una cortesana. Y su erección no tardó en llegar. Todos sus agujeros estaban ya calentados con los dedos y la lengua, hendiduras húmedas listas para su uso. Y estaba encendida. ¿Estaba contenta por ello? Por supuesto, era evidente por la pasión con la que se contoneaba. El acorde final... y el semen goteó de su cara a sus pechos. ¡Eh, yo también le habría dado unos cuantos sorbos más!
Que feo.
Se traga un falo enorme como una piruleta en un palo, me pregunto si lo enseñan en algún sitio o el talento se manifiesta por sí mismo. Seguro que mucha gente daría mucho dinero por un par de clases magistrales de la rubia.
Quiero un trío
Esta monada sabe cómo hacer que los ojos quieran simplemente comerla. Por eso, cuando ella le masturba la polla al tío, éste se corre rápidamente, y se entiende.
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¡Bueno, digamos que no fue sólo la boca de la dama la que hizo un buen trabajo! La frente de su polla también hizo mucho trabajo. Pero en general - satisfizo al hombre al máximo.